La tradición oral es la línea tenue que nos une con un pasado perdido, que en viva voz habla de nuestro ser y origen enmascarado en historias, ritos, tradiciones, recetas y practicas cotidianas.

Nuestros abuelos y abuelas han tenido la tarea innata de trasladar sus conocimientos a las nuevas generaciones en la vivencia y el ejercicio pragmático en el hogar, en los modos de interactuar con el mundo y en el proceso de armonización de las diversas culturas que han subsistido en estas tierras.

La Biblioteca Municipal Amadeo Rodríguez ha querido trabajar en este sentido y recopilar la información que nuestros abuelos poseen, poniéndola al servicio de la comunidad para que sea un material de consulta e investigación en el proceso del reconocimiento de nuestro ser como calerunos.

Los cuentos del abuelo

La Biblioteca Municipal de La Calera dentro su programa de promoción de lectura en la línea de Recuperación de memoria local por medio de la tradición oral, y en unión con la Unidad de Programas Sociales, ha implementado el proyecto Los Versos de mi abuelo, que busca rescatar las historias, eventos y personajes significativos de las veredas calerunas contadas en versos y coplas por nuestro abuelos. 

EL GALLO MURMURÓN



La señora Carlota Venegas, quién cuenta con una memoria privilegiada, recuerda que cuando niña le gustaba mucho sentarse al lado de su "taita" a escuchar las historias y los versos que "echaban" los obreros luego del "jornal", mientras se tomaban una chicha en la primera tienda que existió en su vereda y que era por cierto la que administraban sus padres. Cada viernes como a las 7 de la noche el negocio se llenaba y con el paso de las horas y las chichas, los jornaleros comenzaban a soltar la lengua e iniciaban una batalla de versos y coplas. En ellas hablaban de la vida, los amores, la política, pero lo que los inspiraba la mayoría de las veces, eran aquéllas situaciones jocosas y divertidas que constituían el día a día de su vereda. Un ejemplo de ello corresponde a la historia del "Gallo Murmurón", una narración que habla sobre los chismes y las mentiras que sobre un suceso cualquiera pueden surgir, esta historia la compuso el propio hermano de Carlota y ella la recuerda así:

En la vereda de Márquez un gallito se perdió,
 y como allá son murmurones 
me echaron la culpa a yo. 

El 26 de septiembre, 
el día que se casó Enrique, 
echaron el gallo al monte 
con una cabuya de fique. 

Pasaron dos semanas 
y el gallo no volvió más, 
y le mandaron la razón, 
a la casa de don Tomás.

Que ya se lo habían comido,
 cocinado en ensalada.
 Venegas con los piones
 allá arriba en la cañada. 

Que ya se lo habían comido
 y que estaba muy sabroso 
y que las plumas andaban 
en manos de un corronchoso.

 Tuvo el descaro de mal pensado decir,
que se había encontrado unas plumas 
y parecía no mentir

 La dueña del gallo
 se sentía como en la gloria
 al saber que era testigo
 el candelero de mortoria

El que llegaba con los cuentos
 era Don Carlos Moreno. 
Y corría para donde la abuela 
como una mula sin frenos.

El señor conejo Globio 
También ayudo cuan más, 
Allí le ponía la oreja 
y se iba para onde Don Tomás, 

Don Tomás decía:
que muchachos tan hambrientos,
ahora que se lo comieron 
hablen y dejen los cuentos

Lastima del gallito, 
Lastima si como no, 
Mi mamita lo quería 
Para el día que me casará yo.

Todos salieron al cuento, 
todos a cual más saber 
y doña Inés decía
valvina lo vio a coger. 

Al parecer era mentira 
y pusieron mucha lata, 
porque al gallo lo encontraron
enredado en una mata. 


Yo le llamo la atención para contarles el canto, 
de que el gallito al morir escribió su testamento 
y en el testamento decía la repartición de carne 
para que fuera distribuida entre los que cobraban su sangre. 

Él pidió que sus tripitas 
no las echaran a la olla, 
que esas se las dieran fritas 
al candelero de mortoría 

y él pidió que sus plumitas 
las dejaran ahí caídas, 
por si acaso había demanda 
Sirvieran de testigas 

Él pidió que su corazón 
que era  lo más bueno, 
el higado y la molleja, 
fueran para blogio Moreno 

Que para Carlos Moreno 
como era el que llevaba los cuentitos,
 Merecía algo más 
que merecía los pernilitos 

Que para Armando García 
que les contó en la pionada, 
por haber dicho mentiras 
que le mandaran solo un ala. 

Pidió que sus piernitas,
 no entraran en el velorio 
que esas se las dieran fritas, 
una para Doña Inés y otra a Don Gregorio 

Pidió que su pechugita 
se la mandaran a Don Tomás, 
 para que se convencieran
y ya no pensará mal 

Pidió que la dueña del gallo 
le dieran la rabadilla 
y hay quedaba distribuido, 
entre toda la cuadrilla. 

Que hicieran un caldo bien sustancioso
 con todos sus otros restos, 
 y le dieran por tazadas 
 a todo el que llegará con cuentos.


La señora Rosa Tulia Moreno fue siempre la elegida por los profesores para recitar y echar coplas en la escuela, y aún en estos tiempos aprovecha toda ocasión existente para demostrar su ingenio en dichas artes, en alguna ocasión nos regaló las siguientes coplas:

I
Allá arriba en aquel alto, 
Chilla y canta un copetón
y en su tonadita dice:
calla la jeta lambón

II
Esto dijo el armadillo
sembrando sus arracachas
agua caliente pa´ las viejas
y besos para las muchachas

III
Al otro lado del río
tengo una cabra amarrada
que en la cola y en la cara
se parece a mi cuñada

IV
Al otro lado del río, 
si que se ven disparates
una gallina con quimbas
y un burro con alpargates 

V
Señora véndame un pan 
porque aquí vengo en ayunas
que yo después se lo pago
cuando la rana eche plumas

VI
Yo no me caso con tonta
aunque tenga harta moneda
porque la plata se acaba
y la mujer tonta queda

VII
Aquí me pongo a cantar 
muerto del frío y mojado
a ver si la dueña de casa
se porta con un cacao

VIII
Adiós pueblito viejo
adiós calles empedradas 
adiós muchachas bonitas
adiós viejas arrugadas

IX
A la casa de la cultura
siempre debemos ir
a estar un rato alegres
y así poder sonreír

X
Me dijiste que fue un gato
el que entró por tu balcón
y no he visto gato prieto
con sombrero y pantalón


XI
Anoche me mordió un perro, 
mi caballo me pateó, 
mi negra se fue con otro, 
mi suegra me garroteó.

XII
Los hombres son los ratones, 
y las mujeres el queso, 
el matrimonio es la trampa, 
yo no me caso por eso

XIII
Tus ojos son dos corozos, 
tu nariz es una olleta, 
tu boca es una atarraya, 
tus orejas don chancletas

XIV
El gallo en su gallinero, 
libre se sacude y canta,
el que duerme en casa ajena,
pasitico se levanta

XV
Hay mujeres como el gato,
de la misma condición,
aunque tengan plato lleno
siempre buscan su ratón

XVI
El cura manda en la Iglesia, 
El alcalde en la ciudad,
y yo mando en mi casa
cuando mi mujer no está

XVII
Cómo quieres que te quiera
si no te puedo querer,
si yo tengo veinte vacas 
y tú sólo tienes tres

XVIII
Cuando salí de mi tierra
hasta el caballo lloraba,
al saber que ahí dejaba
la prenda que más amaba

XIX
Cuando se emborracha un pobre
lo llaman borrachón,
cuando se emborracha un rico,
¡Que gracioso va el señor!

XX
Machote he querido
a como manda la ley,
he sido siempre caballo
pero nunca seré Buey



XXI
Tengo un dolor de cabeza
que se me parten las cienes,
ayer te mande llamar
Ingrato por qué no vienes

XXII
Pensarás que por tu amor
me derrito como cera
pues tengo mejores que vos
y fuera de La Calera

XXIII
Que bonita tu jetica
pareces una cazuela
pues vos no tenes la culpa
porque acina era su agüela 

XXIV
Con que te lavas la cara
Ojitos de palomita
con qué te lavas la cara
que la tienes tan bonita

XXV
Las pestañas de tus ojos
son más negras que la mora
y entre pestaña y pestaña
una estrellita se asoma



La Receta del Amor

Entré en la cocina de tu alma
y por ventura senteme en el fogón,
contemple la olla del cuchuco de tu calma
y con ella de tu amor el cucharón

La olleta de tu cándida ilusión
el bello molinillo de tu añor
la paila de tus puros pensamientos
la sarten donde gritas tu pasión

La manteca de tu verguenza colgada en una viga
y debajo de un colador tu corazón
luego te vi por primera vez
con una olla de lavaza en pos
dándole de comer a unos marranos
aves felices que cuidaban vos.

La Abeja

Miniatura del bosque soberano
y consentida del vergel y el viento
los campos recorres en busca del sustento
sin perder nunca el colmenar lejano


EL Oso

El oso y dromedario
se fueron de romería
el oso se montó en su mamá
y el dromedario en su tía.

El Reloj

Mamita mamita
encienda rápido la vela
quiero ver quien anda
por toda la cabecera

Son las horas hijo mío
que van ya de carrera
llamando a los niños
para irse a la escuela

Recitaciones

Manecita rosadita
muy esperta yo te haré
para que hagas buena letra
y no manches el papel


Mi Cuaderno

Ay! mi cuaderno
como lo quiero
él es el amigo
más verdadero

Guarda en sus hojas
Toda mi vida, 
con él me acuesto, 
con él me levanto.

Es una madre
que me corrige
y cuando lloro
también se aflige;

Es un juez y es padre
y es mi tutela,
leva consigo,
toda la escuela.



Mi primera cana

Como la historia del amor que empañan mi fortuna,
He leído esta carta a los rayos de la luna, 
Después un día al consultar mi espejo, 
vi alegremente una cana como otras muchas,
¿Por qué se pone mi cabello canoso?
¿Por qué está mi cabeza envejecida?
¿Por qué me cubren tan temprano las nieves de la vida?
abrí para arrancar cuidadosamente sobre los rizos
de mi frente esa cana como muchas otras,
sintiendo en mi alma dolorosa lucha, 
he cortado cuidadosamente esa cana,
las guarde como prenda de mi estima.





HISTORIAS DEL ÁLBUM FAMILIAR

Con el objetivo de recuperar la tradición del álbum familiar, los adultos mayores seleccionaron las fotos más preciadas de su álbum y las pirograbaron, mientras incluían en vídeo algunas de esas historias

Lanzamiento de la exposición: Lunes 8 de Diciembre de 2013, Casa de La Cultura. La Calera, Cundinamarca


















MANUSCRITOS DE LOS ABUELOS