La tradición oral es la línea tenue que nos une con un pasado perdido, que en viva voz habla de nuestro ser y origen enmascarado en historias, ritos, tradiciones, recetas y practicas cotidianas.

Nuestros abuelos y abuelas han tenido la tarea innata de trasladar sus conocimientos a las nuevas generaciones en la vivencia y el ejercicio pragmático en el hogar, en los modos de interactuar con el mundo y en el proceso de armonización de las diversas culturas que han subsistido en estas tierras.

La Biblioteca Municipal Amadeo Rodríguez ha querido trabajar en este sentido y recopilar la información que nuestros abuelos poseen, poniéndola al servicio de la comunidad para que sea un material de consulta e investigación en el proceso del reconocimiento de nuestro ser como calerunos.

Mitos y Leyendas de La Calera


Digitalización del Libro
 Mitos y Leyendas de La Calera. Autor: Colegio Departamental de La Calera
Editorial: Gobernación de Cundinamarca


Laguna Brava


La Laguna Brava, es una hermosa leyenda de Mundo Nuevo, y esta basada en la maravillosa historia precolombina del pueblo Muísca, quienes consideraban el agua como elemento primordial de la creación, convirtiendo las lagunas de la región e adoratorios en donde se le tributaban ofrendas a sus dioses, representadas en figuras de orfebrería y cerámica, buscando la generosidad y el perdon para sus pueblos.

La mitologia posee una gran riqueza en seres y personajes fantasticos cuyo objetivo era el de proteger el agua, entre ellos están la serpiente, el venado, la rana y el mohán.

Nuestro grupo investigador tuvo la oportunidad de visitar la región donde nacen varios mitos y leyendas muíscas y escuchar diferentes versiones de estas historias a través de los relatos de ancianos que viven en este lugar y que de una u otra manera fueron protagonistas de algunos hechos fantásticos.

Don Manuel Avellaneda y mi abuelito Anatolio Alméciga, nos cuentan que en épocas de lluvia salia una pata con seis paticos de esa laguna y en tiempo de verano aparecía un venado de oro en el agua, si los cazadores se acercaban a la laguna, se formaba un fuerte oleaje y las personas desaparecían, nos relataron que por los alrededores; veía a un hombre negro y muy alto, ellos creían que era el Mohan, quien cuidaba la laguna.

Mi abuelo era cazador entonces frecuentaba mucho ese sector y nos dice que cuando hacían un tiro cerca de la laguna ella se enfurecia, pegaba bramidos y se derramaba el agua pero un dia un cura le hizo unos conjuros y le quito el encantamiento. Don Manuel y Don Luis Alméciga nos contaron que cerca de la laguna hay tumbas indígenas y un camino en forma de caracol que conduce al interior de la tierra, donde habían muchos tesoros custodiados por un fiero mastín.



La Peña de Tunjaque.
Es uno de  los lugares más hermosos de nuestro municipio, se encuentra en  la convergencia de las veredas de  Jerusalén, Treinta y Seis, la Junia, y Tunjaque, formando un corredor biológico entre el Parque Chingaza y Cerro Verde, su vegetación es exótica y allí se encuentra la mayor producción de agua del municipio.
En nuestro viaje a las veredas de Mundo Nuevo y Treinta y Seis y cuyo nombre se origina según sus pobladores  por una reyerta ocurrida hace muchos años entre 30 liberales de Choachí  y 6 conservadores Calerunos, los cuales a pesar  de su absoluto desventaja  numérica los vencieron; tuvimos la oportunidad de conocer y admirar la importante peña de Tunjaque, mirador sagrado y centro ceremonial de los Muiscas que se divisa desde varios puntos de la región.
Los vecinos de estas veredas nos relataron que antiguamente aquel que intentara escalar la peña no llegaba a la coma porque se oscurecía y caían aguaceros muy fuertes. Según ellos en este sitio se encontraban tunjos de oro y otras figuras precolombinas y que al ir a tomarlas desaparecían.
Nos narraron que una vez un vecino de la región desenterró una guaca llena de tunjos de oro y otras figuras y se volvió muy rico, pero que poco a poco le apareció una enfermedad que ningún médico pudo curar, hasta que murió a causa de ella.
Dicen que por haber sacado el tesoro, la Peña se enfureció y hace unos años hubo en esta región una terrible avalancha que causo muchos desastres porque el señor del peñas (el mohán protector) despertó disgustado por tanta deforestación y por haberle quitado su tesoro.
Este es un lugar privilegiado que debemos conocer y proteger, porque su ecosistema nos brinda la oportunidad de estar mas cerca de la naturaleza y su fuerza vital.


La Odisea de los gitanos
Don  Jose de Jesús Zambrano recuerda que hace unos treinta años estaban los gitanos en la Calera, pues era costumbre de ellos estar de pueblo en pueblo  cada año vendiendo mercancías y adivinando la suerte.
En un de sus visitas los gitanos habían levantado su tolda en la isla que se formaba en aquella época en el rio Teusacá  hoy (paseo Real) cuando de pronto fueron sorprendidos por una fuerte creciente que traía  consigo todo lo que encontraba a su paso: ganado, árboles, piedras, un puente colgante, arrasando también  con todas las pertenencias de los gitanos  pero ellos sobrevivieron milagrosamente.
Desde aquel trágico día los gitanos jamás volvieron a la Calera.


La Jacará
La casería del Tigre

Yo me vine de los Llanos
Por páramos y montañas
A salir a la Calera.
Por el camino mataba cerdos, mulares y ovejas
por comerme medio brazo
Y la ternilla de las orejas.

En 1990 se ofreció una casería
Yo les contaré como es:
Llaman a don Peregrino
Como el mejor cazador
Y llega don Peregrino
Con el mochuelo, la Violeta y el Milor
Iban detrás y entraron a un montecillo
Y quedo el Mochuelo
Callado

Y dice don Peregrino: vamos poniendo cuidado
Su color es un jardín
Blanco, negro y amarillo.
Dice don Peregrino: Haga paca Ezequiel
Que aquí estamos en batalla
Para morir o vencer.

Apúntele a la cabeza
Que yo le apuntare al codillo
Porque este animal nos mata
Fíjese en el colmillo.

Ya le apuntaron el tiro. Ya cayó
Don tigre al suelo
Y los que estaban mirando
Se quedaron sin saliva
Y se les murieron las lombrices
Sin las pastas antoninas
Dice don Peregrino: ahora si
Cayó el dañino
Contesta el señor don tigre:
Lléveme pa´ La Calera
Que voy  Poner mi queja que
Me mato Peregrino.

Sin tener ningún derecho
Ni dardee ningún motivo.

Contesta don Peregrino
Si señor, yo lo maté porque
Me mató al Mochuelo
Y le pegó a la violeta
Sin tener ningún derecho
Ni tener ningún motivo
Ya le sacaron las tripas
Y lo montaron a caballo
Y lo llevan pa la Calera

Contesta el señor don tigre:
Buenos días señores todos
Ese es mi modo de hablar
Si me pongo de uno en uno
No tengo cuando acabar
El señor doctor de misa
Perdóneme mi reverencia
Porque uno después   de muerto
Ya no mueve la cabeza
Llévenme pa´ donde el alcalde

Que me mato Peregrino
Sin tener ningún derecho
                                                                                                                                                                    Ni darle ningún motivo.
Dice don Peregrino:
Si señor yo lo maté
Porque me mató  al Mochuelo
Y le pegó a la Violeta sin tener
Ningún derecho ni darle
Ningún motivo y para la obra
De la iglesia
Dejo la piel del dañino.

Contesta el señor tigre:
El consuelo que me queda
Es que en mi tierra hay indios
Bravos
Pueda que caiga en uñas
De algunos de mis hermanos
Dice don Peregrino:
Ojalá que vengan todos
Pa matarlos por colmillos
Todavía me quedan  La Violeta
Y el Milor
Y  aquí se acabó la historia
La historia aquí se acabó
De ese tigre tan dañino
Que a muchos nos desveló



Los niños llorones de Chingaza

Nuestros antepasados "Los Muiscas" consideraban a las montañas como el sitio donde habitaban los dioses y por lo tanto eran lugares sagrados, sentían gran respeto por la flora y la fauna, que protegían y veneraban con un profundo sentido religioso.

Realizaban peregrinaciones hacia las lagunas y allí arrojaban tesoros a sus dioses, por eso se cree que en Chingaza existen muchos tesoros escondidos.

Según una leyenda popular se dice que un cacique hechicero, se vengó de otro cacique de la región que le había hecho una grave ofensa contra su honor, secuestrando a sus dos pequeños hijos para luego abandonarlos cerca de la serranía.

Los niños asustados, solo lejos de sus padres, con hambre, tiritando de frio y abandonados en el páramo de Chingaza, lloraban y llorabann cada día que pasaba y sus lágrimas corrían como manatiales sobre la roca, formando un arroyo que llegó a una cavidad del valle y poco a poco se convirtio en laguna.

Actualmente, el páramo de Chingaza está conformado por seis municipios de Cundinamarca y cuatro del Meta, y se ha convertido en parque natural para preservar la flora y la fauna de la región, también una parte de este páramo se destinó para construir el sistema de agua potable para Bogotá y sus municipios aledaños. 


El Rincón del Oso

Cerca de la vereda del Manzano hay un hermoso bosque andino donde antiguamente existía una gran población de osos de anteojos y otras especies, pero debido a la continúa cacería y a la adaptación de las tierras para la cría de ganado, su población se redujo casi hasta su existinción.

 Existe una anécdota muy popular en la que se cuenta que el abuelo David Avellaneda cazador veterano de la época se enfrentó con un oso y tras una fuerte lucha logró dominar al animal amarrándolo a un árbol para después darle muerte. Los descendientes de los cazadores nos dijeron que el oso mataba siempre a su presa cerca a las quebradas, con sus garras les sacaba "el menudo" y después de lavarlo lo consumían, luego tomaba la carne restante y la escondía en la parte alta de los árboles formando una "camareta" para después comerla.

Nos cuenta Don Anatolio Alméciga que el oso hacía un recorrido por la laguna Brava y el Charascal y que en esa zona había una cueva llamada la Catedral donde los osos dormían y en ocasiones algunos cazadores también pernoctaban allí.

En aquella época se consideraba que la carne y la grasa proveniente de este animal tenía propiedades curativas y afrodisíacas. Las pieles eran vendidas en Bogotá. Curiosamente estas propiedades medicinales tenían efecto solamente en los hombres, no así en las mujeres pues se consideraba que sobre ellas tenía efectos negativos. Como nos lo manifestó humorísticamente Don Anatolio: "La manteca del oso servía para curar las mataduras de las mulas, las venas varices, las dolencias de espalda y para la soldadura de huesos porque todo lo del oso sella y endurece" 

  
La Maldición del cura

 Algunas leyendas por su mezcla de fantasía y realidad pueden adquirir un significado importante para un pueblo, este es el caso de la leyenda de "La Maldición del Cura".  

Los abuelos nos cuentan que los dueños de las haciendas y fundadores de La Calera trataban muy mal a sus trabajadores y en muchas ocasiones les pegaban y a las mujeres las irrespetaban constantemente.

Se dice que una vez, el cura párroco llamó la atención de los patrones por su mal comportamiento, hecho por el cual se pusieron furiosos y decidieron castigarlo, montándolo en un burro viejo, con la cara mirando hacía atrás, le pegaron y lo condujeron por el antiguo camino a Bogotá para que no volviera más al pueblo, ante este cruel acto el sacerdote lanzó una terrible maldición al pueblo de La Calera diciendo: "No progresarán y este pueblo será inundado".


La Gallina y los Pollitos

Según relatos de personas que ha vivido en la región, en varias ocasiones veían salir de entre las piedras una gallina con unos pollitos de oro a recorrer los alrededores, cuando las personas se iban detrás a cogerla, ella se metía en la hendidura de una misteriosa piedra y duraba mucho tiempo en volver a salir. Esta piedra se encuentra en la vereda de San José de la Concepción en el sector de Tarapacá, en la finca de la familia Venegas Beltrán.

Esto lo comentaron varias personas que dan testimonio el hecho, pero hace más de 50 años que no se ha vuelto a ver la gallina, esto fue desde que cayó un fuerte aguacero que inundó el lugar y posiblemente la piedra se desencantó.

  La aparición del diablo

Nuestros abuelos narran viejas historias o leyendas populares, que a su vez sus abuelos les han contado y que aún hoy en día podemos escuchar.

Dicen los vecinos de la vereda "Frailejonal" que allí se les aparecía el diablo a los que viajaban embriagados a media noche.

Don Nicanor Alméciga, nos contó que una vez su compadre Salustiano venía  del sitio llamado el Mangón, muy borracho y montado en su caballo, cuando cruzó por la quebrada entre los matorrales, la bestia se asustó y no quería seguir su camino, aunque le diera fuete, la bestia apenas relinchaba, entonces el compadre Salustiano vió un perro enorme que botaba candela por los ojos, las narices y la boca, y entonces se dio cuenta que el diablo se le había aparecido. Aso lo narró don Nicanor:

"El caballo siguió relinchando y tumbó a mi compadre del sustonón le pasó la borrachera y dijo: ¿De parte de Dios o de parte del diablo? ¿Qué necesita? y empezó a santiguarse y a rezar el Ave María y el Judas desapareció"     



La Piedra del Diablo

Doña Alicia Escobar  narró que en el sector de la Portada frente al coliseo existía una enorme piedra que los vecinos la llamaban la piedra del diablo.

Nos cuenta que cierta noche don Manuel Barrera iba muy borracho y a caballo, cuando se le apareció sobre una piedra un señor muy grande y extraño que se ofreció acompañarlo para que llegará pronto a casa.

El fantasma subió al caballo y le dijo a don Manuel que cerrará los ojos y él sintió un viento muy fuerte, cuando abrió los ojos segundos después se encontró en el patio de su casa, se le había pasado la borrachera y aquel misterioso hombre desapareció sin dejar rastro.

A partir de esta fantástica historia se han generado muchas otras y es así como hemos encontrado algunas versiones diferentes a la aparición del diablo a los trabajadores de la fábrica de cemento Samper, quienes debía salir en grupo cuando terminaban el turno a las doce de la noche y evtar la desagradable experiencia de encontrarse con ese temible personaje.


     La Pelotera

La pelotera es un término que para nuestros abuelos significaba castigo por medio de golpes y latigazos. Una anciana de 87 años de la vereda de El Líbano nos comentaba que si uno le prometía una misa a las benditas almas del purgatorio y además de rezarles todas las noches, debía cumplir la promesa o de lo contrario ellas venían de noche y lo peloteaban, o sea que le daban una muenda tremenda.   

Nos refirió el caso de un vecino suyo que al no cumplir lo ofrecido, fue cargado y llevado por las ánimas benditas a orillas de la quebrada más cercana, y allí lo dejaron inconsciente debido a los golpes o pelotera que recibió. Al día siguiente, cuando despertó, se arrepintió de no haber cumplido su promesa.


Digitalización de los mitos y leyendas del libro

"Los Patiasados"

Autor: Andrés Olivos Lombana

Editorial: Alcaldía Municipal de La Calera

 

Las Huacas
Estábamos, un día sentados en una banca conversando con Luis Eduardo Cubillos sobre guacas y entierros
"Sí, sí hay gente que ha encontrado. En un tiempo decía que antiguamente enterraban la plata, los de antes enterraban el dinero y entonces cuando ya morían echaba a rejuntar luces y ese era el miedo que daba. Iba uno de noche por entre un camino, por entre un arrabal de monte y de pronto alumbraba una luz, y eso a harta gente la asustaban y a muchas entonces le revelaban que en tal parte, que una mata había tal cosa y algunos escarbaban y sí encontraban algo."
José de Jesús Trujillo, también contó lo siguiente:
"Pues del árbol decían, que cuando un árbol se secaba de repente, si así se secaba completamente, entonces decía la gente que había guaca ahí. A mí me gustaba salir a pasear  por allá por esos lados, y sí, había un palo que se secó de la noche a la mañana, se secó completamente, y la gente tumbó ese palo y escarbó zanjas, pero no le doy razón si se encontró algo.
Al otro lado de la cordillera, allá decían que encontraban polluelo, mejor dicho la gallina con sus polluelos y armadillos. Había culebras. Entonces ya tenían su método aplacar eso, se les presentaban como vivos, mejor dicho como si la gallina estuviera viva, y entonces se encontraron con el método de la vaina de la sal. Llevaban aguasal y así podían coger esa guaca. Los polluelos los encontró allá una familia que se llama Hernández. " 
También contaba don Abel Venegas.
"Hay muchas personas que ven las luces, normalmente ven una luz, especialmente en las noches, en algún sitio, la luz se mueve y a veces viene hacía ellos, da vueltas, y eso es una señal, porque no todo el mundo ve la luz, porque ese tesoro que estaba escondido ahí es para determinada persona y sólo para ella. Ha ocurrido que cuando el tesoro lo coge la persona que no es la indicada entonces ocurren cosas como la siguiente:
La casa estaba desocupada porque se habían muerto mis abuelos y los herederos. La casa era antigua, grande, había un eucalipto ya de varios años. Un día el eucalipto lo derribó un ventarrón y quedaron las raíces al aire.
Un día mi papá vino con la noticia que habían escarbado debajo de donde estaban las raíces y habían encontrado una caja, porque quedó la huella de la caja en el fondo y ahí quedó marcadita, no taparon ni nada. Después empezaron las habladurías y los comentarios de la gente y se vino a saber quiénes habían sido los que la habían sacado, y se supo que fue un muchacho quien a poco tiempo, o a los pocos meses de haber sucedido eso empezó a tener una enfermedad sumamente rara, lo vieron varios médicos y ninguno en ese momento le determinó que tipo de enfermedad tenía."

La enfermera de Siberia
Se comenta que ya estando cerrada la clínica de Siberia (porque entonces Cemento Samper tenía una clínica) cuando quedó eso solo, los celadores empezaron a ver que las luces se encendían dentro de la clínica y ellos iban por allá, andaba, sentían pasos y veían una enfermera, inclusive a veces se les apareció por ahí en la carretera, mejor dicho saliendo  de la clínica rumbo a Meseta, donde queda una estación de la empresa. Entonces apareció la enfermera y les dijo que la llevarán por allá. Lo otro que también oí decir es que a un señor también le salió a camino, que para que la recogiera y el señor la recogió y por allá más arriba cuando él la volteó a mirar, entonces lo que vio fue un rostro todo destruido.

Hay otras teorías sobre este suceso, los invitamos a ver este corto documental:




El Cementerio

Hace ciento y pico de años vendía doña Parmenia chicha en el cementerio que hay actualmente, ahí asustaban, la gente y los borrachos que viajaban hacía San José, no iba tarde porque sabían que ahí asustaban. Una vez hubo dos que se quedaron tomando hasta tarde, uno vivía en el pueblo y el otro vivía en la vereda de San José, no iban a pasar por el cementario pero uno se animó a ver que pasaba. A ese borracho le salió un señor muy elegante, vestido de abrigo, sombrero y todo, y empezó a caminar al lado de él, entonces el borracho vio que era una persona elegante y le dijo "oiga señor ¿a usted no le da miedo pasar por estas horas por aqui?y el señor le contestó "pues cuando estaba vivo sí, ahora no"

La casa de Tarapacá en San José

En la vereda de San José había una casa, una casa muy vieja en una hacienda que se llamaba Tarapacá. Yo la conocí muy joven, fui con mi papá a cortar mucho trigo por ahí. La historia es que en esa casa asustaban y sí sentía uno miedo cuando arrimaba allá, en ese lugar hubo un convento de monjas. El cuento era que todo el mundo que llegaba a vivir allá, sentían los espantos de noche y les tocaba emigrar.

Una vez llego un tipo por allá, un forastero de lejos y le dijeron que se fuera a cuidar esa casa. Las primeras palabras del espanto eran "me caigo", la mayoría de gente que lo había escuchado salía corriendo, pero al escucharla él respondió "pues cáigase" y un brazo cayó en un rincón, y siguió laméntandose "me caigo" y él de nuevo respondió "cáigase".

Ya después de caídos los brazos, se cayó una pierna, después se cayó la cabeza y ya quedaba sólo el tronco y poco a poco se fueron armando las partes del cuerpo y quedó un tipo, un señor y cuando se formó le dijo al forastero "venga para acá" y el forastero se le acerco, y el espanto le dijo "coja esa pica que hay allá", él cogió la pica y se puso a escarbar y encontró dos baúles con plata y oro    

El señor sin cabeza

Nunca fui un hombre miedoso pero un día cuando fui a visitar a mi hermana que estaba recien casada y vivia donde vive hoy la Señora Elsa, ese día si me dio miedo. En esos tiempos en mi casa no había luz, no había televisión tampoco, y yo me bajaba donde mi hermana a ver televisión, yo subía a las doce de la noche, había una luna espectacular, no tenía porque tener miedo porque estaba la luna en la mitad del cielo, yo cogí para San Jorge, iba como en la mitad del montecito cuando vi que alguien bajaba, y entonces yo seguí y había una parte del caminito que era sumamente angosto pero con unas piedras grandes y me subí a esas piedras para darle paso. Ví que era una persona que bajaba, llevaba una ruana blanca y un pantalón clarito, pasó cerca de mi y no le vi la cabeza, solo la ruana puesta sobre los hombros, pero sin cabeza.

Dicen que ahí había una huaca y años más tarde las piedras en las que estuve parado aparecieron abajo en la carretera, se corrió el rumor de que había sacado la huaca y no volvieron a asustar allá.

                                                   Nuestros mitos y leyendas

Recordados por los abuelos del grupo


La bruja de la Hoya

Mi mamá me contaba que cuando ella era pequeña y vivía en la vereda de la Hoya, al oriente del municipio, había una bruja que atemorizaba y perseguia a los jóvenes de la familia. En ocasiones se subía a los caballos  y les rasguñaba la espalda o se les aparecia en el camino a casa, transformada en una hermosa mujer que los atraía con sus encantos.

Un día su abuelo, cansado de esta situación, decidió atraparla y darle una juetera. Asi, que una noche cuando escucharon los ruidos de la bruja en la azotea, se dividieron en cuatro grupos, armados cada uno de un zurriago. Lentamente llegaron al lugar donde estaba la bruja y la rodearon,  mi bisabuelo la cogió a juete mientras que el animal, en el que se había transformado (una lechuza gigante) chillaba de una forma espantosa. Cada uno de ellos tuvo la oportunidad de golpear a la lechuza, hasta que ésta quedó sin fuerzas y se desplomó.

Cuando amaneció ya no había nadie en la azotea y la bruja nunca más apareció por la vereda. 


El duende de La Calera

Se dice que en el barrio coovical había una casa donde habitaba un duende. Un duende es un ser pequeño, con caracteristicas humanas, muy travieso y malvado. Este duende escondía las cosas, se metía en la estantería de la cocina, y molestaba a las mascotas.

Por estos hechos la casa permaneció mucho tiempo desocupada hasta que una familia, que ignoraba esta situación, se fue a vivir allí. Los sucesos comenzaron a acontecer casi de inmediato, los juguetes de los niños cambiaban de lugar, las llaves aparecían debajo de la cama y la ropa doblada se encontraba revuelta en los cajones.

La familia no comprendía el por qué de estos hechos, hasta que un vecino les confesó que todo era causado por un duende que vivía allí. Con el objetivo de solucionar el problema, los dueños contrataron a un experto en el tema quien organizo una cacería utilizando los juguetes de los niños. Nadie sabe que pasó esa noche, pero lo que sí se puede afirmar es que el duende no apareció más y la casa estuvo en paz para siempre.


Las benditas ánimas

Hace más o menos unos 30 años murió una jovén de la vereda la Toma, y como en esas épocas no habían funerarias, la velación se realizaba en  la casa del difunto. Mi familia tenía que atravesar varios potreros hasta llegar a la falda de la montaña donde estaba la vereda, para permanecer en oración hasta la madrugada y pedir por el descanso eterno del ánima. Para no ir sola, mi tía se llevó a uno de sus hijos pequeños y dos sobrinas ya adolescentes, que no les interesaba ir a rezar sino a encontrar novio entre los jóvenes que asistirían, pues este tipo de eventos se prestaban para ello.

Durante toda la noche estuvieron insoportables, no paraban de hablar y reir, por lo que mi tía tuvo que irse antes de tiempo. Cuando estaban a mitad de camino, el niño más pequeño se puso a llorar desconsoladamente y señalaba con su mano hacia el cielo, cuando ellas miraron vieron una nube blanca con forma de persona que rodeaba sus cabezas. Del miedo corrieron lo más que pudieron y llegaron a la casa muertos del susto y totalmente pálidos. No dudaron en que había sido un castigo, por lo que tuvieron que pagar una misa para la difunta.

El hombre gigante

La historia del hombre gigante es contada por muchas personas en diferentes veredas, ellas hablan de un hombre muy alto, de ropa negra elegante y sombrero del mismo color, que después de entrar a un lugar desaparece misteriosamente.

En la vereda del  Manzano cuentan que una noche, uno de los vecinos se encontraba tomando cerveza junto con el dueño de la tienda, y mientras el tendero se retiraba a traer una picada,  ingresó un hombre muy alto, tan grande que tuvo que agachar su cabeza a la entrada. El hombre no dijo nada y se quedó parado mientras miraba al cliente; éste bastante temeroso y desconfiado llamó al tendero diciendo: "Compadre venga que tiene un cliente", en el momento preciso en el que terminó de decir estas palabras, el sujeto ya no estaba, había desaparecido. El cliente se echó la bendición y del miedo casi no le puede contar lo sucedido al tendero. 

Otra historia acontece en la vereda de la Toma, en la que una noche un hombre que regresaba a casa tarde a la madrugada del trabajo, sintió un ruido muy fuerte como de relinchos de caballos, ya que era una noche muy clara alcanzó a observar una sombra larga y en cuanto levantó la mirada vió a un hombre muy alto de negro y sombrero. Su susto fue tan grande que quedó paralizado, el hombre le dió la espalda y  desapareció, el señor se quedó un buen rato quieto hasta que logró reaccionar y correr a la casa.

La Maldición de la huaca

Mi familia cuenta una leyenda de hace muchos años, en la que un señor muy avaricioso y que se dedicaba a buscar huacas, halló una en la vereda de San José. Según sus cálculos, pues para eso de buscar tesoros se hacía uso de una serie de herramientas que les permitían saber que tan sustancioso era el guardado, era muy grande y contenía bastante oro.

El chamán que lo acompañaba le advirtió que la huaca tenía una maldición para quien la sacará y que no había rezó que la anulará, por lo que debía sacrificarse o sacrificar a alguien para que padeciera el maleficio sí deseaba obtener el tesoro. El hombre que tenía un corazón muy malo decidió escoger una de sus hijas para que sufriera el castigo, era su hija más pequeña y hermosa. La niña, sin saber que le deparaba, abrió la caja e inmediatamente cayó al suelo.

Dicen que la maldición la dejó paralítica y le impidió tener hijos y el hombre se arrepintió toda su vida por esto y fue obligado a cuidar a la joven hasta que ella murió    


El cuadro de la virgen

Durante el proyecto abuelos blogueros se han podido identificar varias versiones sobre el origen de la imagen de la virgen de La Calera, la oficial nos habla de un cuadro encontrado en un nacimiento tal como lo narra Don Abel Venegas en el libro Los Patiasados: "la aparición de cuadro por ejemplo, sucedió aquí precisamente, detrás de esta casa donde están las instalaciones del colegio parroquial, ahí en un sitio había un nacimiento de agua cuando eso era un potrero. Eso le sucedió un día a la señora que le colaboraba al párroco y la familia, ella venía por agua cuando de pronto vio entre los matorrales alrededor del nacimiento un cuadro y lo sacó y cuando vio que era la virgen, pensó que era un milagro", este cuadro ha sido atribuido a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, que adquiere el titulo de Nuestra Señora del Rosario. 

La segunda, fue reconstruida a partir de la narración de varios abuelos y abuelas del grupo, una de ellas es la Señora Gloria Amorteguí, quien señala que la virgen hallada fue un regalo de la familia del expresidente Mariano Ospina Rodíguez a alguno de sus empleados o amigos, recordemos que ellos vivían muy cerca de aquí en la población de Guasca. De igual manera establece que el nombre dado a la imagen es erróneo, pues ésta sería La Virgen de los Desamparados, patrona de la familia Ospina Rodríguez, no la del Rosario.

Gracias a estos datos decidimos investigar en Internet y comparar a la patrona del municipio con la imagen de la Virgen de los desamparados y encontramos numerosas similitudes entre una y otra, este trabajo continúa y esperamos presentar un informe a la Parroquia municipal. 


 


El perro endemoniado

En la vereda de Marquéz nos narraron una historia sobre un perro negro, que se crecía, muchos consideran se trata del diablo en cuerpo del animal. Así lo narran los abuelos


Planta de la Siberia






10 comentarios:

  1. Hola Amigos, investigando sobre la Virgen de los Desamparados, llegué a este blog. Gran coincidencia, siendo de La Calera, Región de Valparaíso, Chile, tenemos como patrona a Nuestra Señora de los desamparados. Un gran abrazo de un Calerano Chileno para los calerunos. Bendiciones.

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  2. Gracias por este blog, que información tan valiosa, vivo en la Calera hace 10 años y estoy feliz de poder compartir con mi familia todo lo que hay aquí, para conocer el pasado de esta hermosa tierra.

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  3. Hola, conocia algunas de las leyendas. Valiosa Informacion.
    http://ahamorecaridade.blogspot.com.br/

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  4. Tengo la grabación con voz del Señor Avellaneda y su cacería de osos. Entrevista e 1991. Y el relato es mucho más largo e interesante

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  5. Es grato saber de este trabajo, pero por la memoria de mi madre la coautora se deberían nombrar la docentes es hicieron este trabajo posible, gracias

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  6. Tengo que entre vistar ami abuelita

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  7. tengo que entrevistar a mi abuelita

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